JURACO, 11 AÑOS RELATANDO OTRO CUENTO

Hoy la Juventud Radial Comunitaria cumple un año más de encuentros y desencuentros, de sueños realizados y otros por realizar. Apenas hasta el año pasado, una década nos dejaba una historia, pero hoy nace una nueva apuesta.
Corporación Júraco





La Corporación Comunitaria de Comunicación Júraco cumple hoy 11 años de esfuerzos y hazañas, tiempo en el que muchas apuestas se han cumplido y otras corresponde seguir disoñando. Según el relato de algunos exmiembros de la organización, Júraco nació el 16 de marzo de 2001. “Hoy seguimos apostándole a contar otra Colombia”.

Algo mas de 30 jóvenes hicieron parte de Júraco durante éstos 11 años de historia. 

Anyerzon Rico, quien en su tiempo fue miembro de Júraco, dijo que la organización nació hoy hace 11 años “gracias a una idea de un compañero llamado Luis Eduardo Loor. Él, en 2000, convocó a un grupo de muchachos entre 12 y 18 años para que formáramos un grupo juvenil. Y pues era como un lugar donde nos encontrábamos, nos expresábamos y compartíamos momentos espaciales. No teníamos así nada claro, solamente compartir con los compañeros, tomar un refrigerio y otra vez para las casas; no teníamos así algo concreto. Luego ya dijimos que eso debía tener un hilo conductor, y decidimos formar Júraco”.

“No es fácil mantener un proceso de organización como Júraco, primero porque es liderado por juventud, y un proceso liderado por juventud es enfrentarse a toda un esquema mental que ronda la sociedad frente al tema del ser joven que tiene que ver con estigmatización, falsa rebeldía, señalarse a la juventud como inestable. Yo sé que muchos cuando Júraco empieza a nacer y luego a crecer muchos no le apostaban y muchos pensaban que esto no iría a pasa de tres años. Cuando roban los equipos, ese dolor tan fuerte, cuando les quitan el Caney Cultural… Júraco se ha enfrentado a muchas cosas fuertes, como la misma falta de credibilidad por presidentes de junta, por docentes, incluso por la misma Universidad que se ha hecho mucho más fuerte el proceso. Hay un sueño, unos proyectos de vida allí”, relata Nyria Ramírez, facilitadora y posteriormente integrante de Júraco.

Algo de historia

Júraco fue un proceso que se inició, resultado de varios procesos juveniles en la Comuna 10 de Neiva. Según Luis Eduardo Loor, exmiembro de Júraco, el proceso se inició con estudiantes del Colegio de Bachillerato Nocturno ‘Humberto Tafur Charry’; “muchos de los primeros integrantes de Júraco eran estudiantes del Colegio Tafur Charry. Esta Institución, considero, fue la punta de la lanza que impulsamos”, dijo. 

Al principio, todo era juventud queriendo hacer cosas. Luego, muchos de los chicos “desocupados” crean un grupo que llamaron Juventud Renovadora Democrática JURED. Alterno a ello, un grupo de comunicadores venidos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Surcolombiana y de la Asociación Cultural y Ambientalista del Sur ACAS llegan a la zona con la propuesta de generar dinámica con los jóvenes de la zona por medio de la radio comunitaria. Así llega Comunidad al Aire.

La convocatoria llega primero al barrio Palmas 2, creándose el colectivo Son Pal 2. Posteriormente, se da tránsito a la creación de un segundo colectivo juvenil de producción de radio en el barrio Las Palmas. Para ello, se aprovecha ya la existencia de un club juvenil que se reunía en las instalaciones del Comité Cívico Zonal (la esquina de la calle 21 con carrera 55, diagonal a la Escuela de Las Palmas) llamado Club Juvenil ‘Los Titanes’ y, luego de ocho meses aproximado de encuentros y tallereo, se crea Júraco. “Primero fue el grupo ‘Juventud Nuevo Milenio’ que fue con el que empezamos a convocar jóvenes. Pero luego nos organizamos nosotros como Corporación Renovadora Ambiental Comunitaria. Luego yo, como coordinador de un club juvenil, formé un grupo que se llamó Club Juvenil ‘Los Titanes’, y luego fue ‘Jured’, Juventud Renovadora Democrática. Finalmente nació Júraco. Entonces ese fue como la cronología de lo que yo tengo claro”, recuerda Loor.    

Políticas de Juventud para la reactivación de la organización

Luego de años de procesos con Júraco, de demostrar que desde la organización se reivindican acciones sociales para la incidencia política en las agendas públicas, se ve necesario consolidar iniciativas tendientes al fortalecimiento y/o consolidación de éste tipo de procesos con las comunidades. Hoy, luego de la aparición entre los años 2003 a 2007 de algo más de ocho grupos juveniles sola en la Comuna 10 de Neiva, se ha visto menguada esta efervescencia. Las continuas políticas restrictivas, consideradas policívas, han impedido que los jóvenes se sigan reuniendo alrededor de un canelazo, una noche de estrellas o simplemente a compartir un relato. 

Por otro lado, si la organización no cuenta con herramientas para la gestión y la obtención de recursos, existe la desafortunada posibilidad de extinguirse en el tiempo. Así lo explica Tseden Drolma Parra Areiza, amiga cercana de la Organización, según la cual “cuando éstos procesos son altruistas tienden muchas veces a desarticularse, porque la vida misma le dice a uno ‘¡bueno, tiene que trabajar, tiene que hacer plata!’. Por ejemplo, que Nyria no esté ahora tan cercana al proceso de Júraco también obedece un poco a las dinámicas de la misma vida que le dice a uno ‘¡Tienes que trabajar!’. Entonces se van desarticulando las personas las personas de los procesos”. 

A lo largo de observar este fenómeno de la disminución de la dinámica de organización en ésta zona, se ha percibido un leve incremento en los niveles de delincuencia. Al no existir espacios de encuentro, además de las pocas alternativas y opciones de vida que ofrece el entorno, conducen a un joven por caminos no sanos. “Cuando se destruye una organización como éstas que promovían unos valores muy buenos y que mantienen a la juventud haciendo cosas, cada uno queda a la deriva. La organización es unión y cuando esa unión se destruye hay veces se destruyen vidas”, dijo Gina Paola Sterling Cabrera, ex compañera de Júraco. Por ésta razón, se ve necesario generar políticas que busquen mitigar un porco éstas dos situaciones en las que se ven envueltas las organizaciones juveniles.