lunes, 26 de marzo de 2012

“SOMOS LA GENERACIÓN DE LA ESPERANZA”

Los y las jóvenes del Huila se reunieron para pensar su Departamento, en el II Festival Departamental de la Juventud. La difícil situación de la juventud colombiana en materia social, la criminalización de los jóvenes por la Ley de Seguridad y Convivencia Ciudadana, así como un análisis del Estatuto de Ciudadanía Juvenil fueron algunos de los temas trabajados en el espacio. De igual manera, en el Festival se hicieron dos grandes pronunciamientos al cierre del certamen: Por la Vida y no a la militarización de la juventud, y el respeto al territorio, la soberanía alimantaria y No a la Represa El Quimbo. 

Corporación Júraco
Neiva
Algo más de 150 jóvenes llegaron de por lo menos 20 municipios del departamento del Huila para avanzar en algunos de los lineamientos de la Política Departamental de la Juventud. Un efusivo pronunciamiento en contra de la construcción de la represa El Quimbo y contra el servicio militar obligatorio fueron las grandes declaraciones dadas durante el manifiesto juvenil entregado a la gobernadora del Departamento Cielo González Villa.



Uno de los pronunciamientos realizados al final del II Festival fue el rechazo absoluto de cada una de las organizaciones a la construcción por parte de la multinacional Emgesa del proyecto hidroeléctrico El Quimbo. “Que se genere un proceso de consulta con las comunidades y los pueblos sobre los efectos e impactos que producen los proyectos minero-energéticos en el Departamento, particularmente sobre el proyecto hidroeléctrico ‘El Quimbo’. Lo que se busca es garantizar que el desarrollo de éstas obras no se haga a espaldas de la gente y para evitar que se destruya nuestra cultura y nuestros recursos naturales que están en manos de las empresas trasnacionales”, puntualizó el Manifiesto.  

La situación de los jóvenes en Colombia

En presencia de Martha Julieta Galindo Polanía, funcionaria encargada del área de desarrollo social de la Gobernación del Huila, los jóvenes miembros de las principales organizaciones y p`rocesos de organización del Departamento hicieron entrega del pronunciamiento.
Entre los análisis ya resueltos desde hace 20 años frente al modelo económico que se ha venido trazando en Colombia, se llevó a colación el enfoque educativo que se gesta desde los currículos académicos, y seguido por las instituciones educativas en todo el país que es la llamada ‘Educación para el Mercado’. Según el análisis de contexto abordado por Martha Carvajalino, coordinadora del Sector Jóvenes de Planeta Paz, “es un enfoque que habla de fortalecimiento de capacidades traducidas éstas en capacitación, elaboración y dotación de capacidades técnicas y tecnológicas de producción para la producción y dinámica del mercado. Es un modelo educativo que ve al joven como una mano de obra, que debe ser capacitada para suplir las necesidades del mercado. Como el operador de la máquina y no como el innovador que crea la máquina”, explicó la joven conferencista en su análisis de contexto.    

Otro enfoque que se le ha venido aplicando a las políticas de juventud en Colombia es en el tema de lo que se le ha denominado ‘La Normalización del Joven’. “Como buscar jóvenes que no solo se adapten al mercado sino que sean jóvenes adaptables al funciones y cambios del sistema de mercado o del modelo de producción”, explicó. La poca exigibilidad del modelo al estudiante, la poca crítica sobre el entorno y el afán del mismo a vincular al joven al mundo laboral, despreocupándolo de la necesidad de acceder a la formación profesional y al conocimiento son los parámetros de un sistema educativo que vuelca al pueblo a continuar siendo dependiente de las tecnologías foráneas, en últimas, a la dependencia, analiza la premisa.    

Festival, un escenario para ponernos de acuerdo 

Uno de los invitados a la jornada de debate y discusión en el Festival fue Mauricio Rodríguez, coordinador del Programa Convivencia y Protección Escolar de la Secretaría de Educación Distrital de la Alcaldía de Bogotá, quien resaltó lo importante de éste tipo de escenarios en la medida en que desde éstos son de donde realmente se realiza el ejercicio de construcción conjunta de los planes de desarrollo juvenil. “Éste es un gran escenario en dos sentidos: Primero, porque ha logrado reunir las principales organizaciones juveniles del Departamento, lo que permitirá fortalecer los lazos de unidad, que se construya una agenda común y que haya una declaración que permitan articular esos esfuerzos, lo que es determinante”.

El Festival también permitirá definir algunas de las principales aristas de desarrollo para el sector, puesto que cada una de las entidades territoriales adelanta el diseño de los planes de desarrollo, municipales y departamentales. “En ese sentido, el aporte que éste Festival le puede hacer a los municipios, a Neiva es muy importante, porque si se logra trabajar esa interlocución sólidamente será posible incidir realmente en la ejecución de esos planes de desarrollo. Es decir, que es posible amarrar conclusiones del Festival con recursos a cuatro años”.

Políticas de Juventud sin inversión serían un “saludo a la bandera”

Lo primero a identificar es su concepto. Desde la perspectiva pragmática, las políticas de juventud serían herramientas que les permitirán a los muchachos y muchachas apoyarse en una normatividad para el desarrollo de sus iniciativas, de sus actividades, de sus proyectos. “Sin embargo, si ésta política de juventud no está articulada presupuestalmente a programas y proyectos de inversión, pues no es más que un saludo a la bandera. Por eso lo que hay que garantizar es además de tener políticas públicas y que éstas estén amarradas a la inversión municipal, es decir, que estén dentro de los planes de desarrollo”, explicó Mauricio Rodríguez.

De no haber recursos suficientes para la política juvenil, será difícil el compromiso gubernamental en la materialización de los derechos, promover escenarios de participación, en últimas, hacer realizables los sueños de las juventudes. Así lo sostiene Angeliza Cachaya, coordinadora del área de juventud de la Corporación Casa de la Memoria, organización que realizó ésta versión del Festival. “La política en sí pues no sirve sin la articulación con recursos y responsabilidades del Departamento o del municipio”, dijo.

Estatuto de Ciudadanía Juvenil, avances y retrocesos

De unos años para acá, los procesos y sectores que agremian a las juventudes en Colombia se dieron a la tarea de analizar y abrir un debate nacional sobre la necesidad de reformar la Ley 375 de 1997 (Ley de la Juventud). Sobre ello, una plataforma nacional que se conoció como JuventudES Colombia avanzó en la construcción del proyecto de ley que en los próximos meses será ley de la república. Durante el Festival se visualizó un poco sobre lo que serían sus avances y sus retrocesos.

En ésta nueva ley se reconocen a los y las jóvenes como un sujeto de derecho y no como un objeto. “Parte de la dificultad que teníamos con la 375 era que miraba a los jóvenes como una población objeto para aplicar la política. El Estatuto de Ciudadanía Juvenil permite avanzar un poco en eso”, explicó. Así mismo, fortalece el Sistema Nacional de Juventud en la medida en que reconoce procesos organizativos juveniles no institucionales. De igual manera, el Estatuto tiene un enfoque de derechos y da algunos lineamientos para avanzar en la política pública.

Entre los retrocesos del Estatuto, es decir, lo que se tenía como propuesta inicial de proyecto de ley y que fue eliminado del documento borrador al iniciarse el gobierno de Juan Manuel Santos, fue la eliminación del rango de edad que permitía que se fuera joven hasta los 30 años. “La actual Ley 375 establece la edad de los 14 hasta los 26. En la negociación entre partidos lo aumentaron solo hasta 28. El proyecto de ley hablaba de tarifa diferencial, de tener acceso a servicios de manera diferente para los jóvenes, en servicios de salud sexual y reproductiva, en el tema de transporte y en el tema de educación no formal. Pues eso también salió del proyecto de ley.
El proyecto inicial hablaba de lo público como un espacio para ejercer derechos. En ese enfoque, “reconocía el derecho del ‘parche’, el derecho de estar en el parque, reconocía el derecho de los grupos artísticos de estar en la calle. Eso también lo sacaron del proyecto de ley. Establecía todo un mecanismo con el Ministerio Público para sancionar a los funcionarios que estigmatizaran a los jóvenes. Por ejemplo, cualquier funcionario que recibiera una hoja de vida y no la tramitara porque la persona era joven o el funcionario que reaccionara con estigmatización o señalamiento podría ser sancionado. Eso también salió del proyecto de ley”.

La posibilidad de abstenerse de prestar el servicio militar por parte de los jóvenes también estuvo dentro de las negociaciones con el Gobierno. “Reconocía la objeción de conciencia como un derecho y en términos de eso, pues permitía ratificar la Convención Latinoamericana de Derechos Humanos y no obligaba a prestar el servicio militar obligatorio. Eso, en la negociación con el Gobierno, también salió de la ley”. Así mismo, el proyecto permitía al joven la libre escogencia de su opción sexual, “es decir, permitía que los jóvenes tuviesen la posibilidad de conformar familia con personas del mismo sexo. Eso también salió de la Ley”, explicó.        
 
 Otro de los asuntos es que el nuevo Estatuto de Ciudadanía Juvenil establece la creación de lo que se le ha denominado las ‘Plataformas de organización Juvenil’ que es el espacio donde convergen las organizaciones juveniles que no son institucionales que no convergen en los consejos municipales de juventud y las que no necesariamente tienen una existencia jurídica pero si han ganado legitimidad social por su trabajo de base. “Pero donde está el mico de la ley, que quienes convocan la plataforma son los alcaldes. Es decir, lo que antes no era institucional por el trabajo de los grupos juveniles, pues ahora termina siendo institucional”.

La situación nos trae varios vacíos: “primero, que el sistema no articula en el Sistema Nacional de Juventud al Ministerio de Educación, tampoco tenemos al gremio de universidades del país pero si tiene allí al Sena solamente. Es decir, que la política pública de juventud solo articula con la idea de volver a la juventud un sector de donde se obtiene mano de obra barata para suplir las necesidades del mercado”, argumentó.   

Ley 1453, norma que limita la expresión juvenil

Otra situación en la que se verán sometidos los y las jóvenes del país es la planteada por la nueva Ley de Convivencia y Seguridad Ciudadana y que también salió a discusión durante el Festival. Según Martha Carvajalino, la nueva normativa, que aunque no se presenta como ley de juventud, si interviene fundamentalmente las dinámicas juveniles. “Uno de los elementos de la Ley 1453 de 2011 es por ejemplo la creación de un nuevo tipo penal. “Lo que pasa es que poner penas privativas de la libertad para regular la conducta de la gente, sobre todo de los jóvenes, para mí no es la respuesta. Es como si a mis hijos yo en la casa, para que coman, yo los encierros en el cuarto. Esa es la lógica del castigo”, explicó.


Según la conferencista, lo que busca la norma es agravar las condiciones de la movilización social. Por ejemplo, en el artículo 44 del Código de Convivencia y Seguridad Ciudadana modifica el artículo 353A de la Ley 599 de 2000 (Código Penal Colombiano) el cual quedará así: “El que por medios ilícitos incite, dirija, constriña o proporcione los medios para obstaculizar de manera temporal o permanente, selectiva o general, las vías o la infraestructura de transporte de tal manera que atente contra la vida humana, la salud pública, la seguridad alimentaria, el medio ambiente o el derecho al trabajo, incurrirá en prisión de veinticuatro (24) a cuarenta y ocho meses (48) y multa de trece (13) a setenta y cinco (75) salarios mínimos legales mensuales vigentes y pérdida de inhabilidad de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena de prisión”.

Finalmente, más que resueltos sus cuestionamientos, los jóvenes del Huila concluyeron con más dudas que con las que llegaron. La movilización para darle mayor importancia al espacio de las juntas de acción comunal como lo adelantan en Soacha la Plataforma Juvenil, la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio y la resignificación de los medios de comunicación más escenarios de expresión, articulación y encuentro más que de difusión de información, serán las nuevas apuestas en lo que será la Mesa Departamental de Unidad Juvenil que se programará en el próximo mes de abril.

No hay comentarios: