ORGANIZACIONES SOCIALES DEL PAÍS NO CREEN EN LA INTENCIÓN DE PAZ DEL GOBIERNO

Algo más de trescientas organizaciones de la sociedad civil se dieron cita en el complejo de convenciones Corferias en Bogotá para discutir sobre el panorama de Derechos Humanos en Colombia. Una jornada en la que la constante fue desilusión y desconfianza en la intención del Gobierno nacional en querer hacer la paz en medio de la aprobación del fuero militar ayer por el Congreso.

John Fredy Nagles Soto

Corporación Júraco

Bogotá D.C.  

En medio de lo que muchos sectores de base calificaron como “una contradicción” se llevó a cabo la Conferencia Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario los días 11, 12 y 13 de diciembre en uno de los complejos de Corferias en Bogotá. Un escenario que para muchos fue tan solo una “vitrina” para que la comunidad internacional se fuera con la viva convicción de que el Gobierno Nacional tiene una “real” intención de llevar al país a un escenario de paz. Muchos concluyeron eso pues, alterno a las discusiones realizadas por los sectores sociales de Colombia en éste escenario, el Congreso aprobaba el controvertido Fuero Militar que generaría condiciones judiciales especiales para los miembros de las Fuerza Pública.

Organizaciones juveniles de base se hicieron presentes en el Congreso Nacional para la Construcción Participativa de la Política Pública Nacional de Derechos Humanos en Colombia.

Así lo aseguraron centenar de organizaciones de base que se dieron cita en éste escenario. Wilson Pérez, presidente de la Asociación Colombiana Sindical de Trabajadores de la Salud, Anthoc regional Caquetá, dijo que éste es un intento del Gobierno Nacional por legitimar la política en la que ya vienen trabajando. “Los hospitales están en un colapso financiero, un complejo desangro de recursos que paulatinamente llevarán a la salud a privatizarse. En ese panorama es una completa mentira este tipo de eventos que buscan dizque la paz en el país, cuando no se tiene garantizado el Derecho a la Vida”, aseguró el sindicalista.

Por su parte, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, dijo que esto es todo un proceso que, desde algunas de las diferencias que se puedan tener con el Gobierno del presidente Santos, se debe “avanzar en la consecución de las condiciones para un país en la medida de nuestros sueños”. Dijo que esto es todo un proceso que debe tener la participación de todos los sectores del país para que podamos tratar de visionar la apuesta de que la guerra se acabe.

Tan solo faltando ocho regiones, el país en su conjunto ya discutió apartes de lo que sería la política pública nacional de Derechos Humanos, donde los sectores discutieron sobre el tema agrario, el estatuto de ciudadanía juvenil, agua, política minero energética, derecho de las minorías LGBTI y en el que el slogan del escenario fue “Tu Pensamiento Cuenta”, pero muchos dijeron que lo visto fue lo contrario.

La juventud se hizo sentir

En el marco del Congreso de Derechos Humanos, la plataforma nacional de organizaciones sociales Juventudes Colombia dejó sentado que muchos de los temas que se discutieron durante los dos días de trabajo no quedaron condensados con claridad en el documento final, el mismo que fue socializado por funcionarios del programa presidencial Colombia Joven en plenaria. Temas como la no obligatoriedad de prestar el servicio militar por los jóvenes, la presencia de magaproyectos minero-energéticos en el territorio y la reforma a la Ley 30 de educación superior no fueron socializados en plenaria por quienes socializaron el trabajo realizado en el Congreso en la mesa de juventud.

Solo medios alternativos de comunicación fueron a registrar la enérgica intervención de la joven que dijo a viva voz lo que todos querían expresar en este Congreso pero que nadie se atrevía a decirlo.

En el comunicado que entregó miembros de la Plataforma juvenil a la oficina de prensa de la Presidencia de la República, pero que no fue publicado por ésta dependencia, los jóvenes venidos de los departamentos de Caldas, Quindío, Arauca, Atlántico, Cesar, Cundinamarca, Manizales, Bolívar, Antioquia, Guaviare, Putumayo, Guajira, Caquetá, Nariño y Huila explicaron los vicios encontrados, no solo en su mesa, la de juventud, sino en todo el certamen.

La joven huilense arropó con su enérgico entusiasmo a los asistentes del Congreso Nacional de Derechos Humanos. 

Dijeron que la metodología no fue consecuente con el trabajo realizado en los encuentros regionales llevados a cabo con anterioridad. Cuestionaron la apertura improvisada de la mesa juvenil en el Marco del Congreso, puesto que no estaba en agenda abrirle a este sector una Mesa aparte para discutir sobre derechos juveniles. “Nos queda la duda de si esta Conferencia Nacional buscaba reunir realmente más insumos de las problemáticas que ya habían sido  detectadas desde los territorios o sistematizar la labor ya realizada. Como jóvenes asistentes, no nos sentimos recogidos ni nos consideramos representantes de los jóvenes del país, ya que no se escucharon las propuestas e intervenciones de las juventudes de cada departamento, de cada territorio”, dice el comunicado.

Luego de la estupenda intervención de la joven huilense en el Congreso de Derechos Humanos, funcionarios del Gobierno Nacional abordaron a miembros de la Plataforma Juvenil para hablar sobre posibles futuros encuentros para discutir el tema. 

El tema de las megaobras por parte de multinacionales privadas fue también tema de alegato en el Congreso por parte de los jóvenes. En éste orden, el comunicado exigía ponerle fin al modelo económico “que está poniendo fin a nuestros recursos naturales y la entrega de más del 82 % del territorio colombiano a compañías internacionales”. Agregaron que el Sistema de Organizaciones de Naciones Unidas (PNUD, ACNUR, OIM, FAO, entre otras) no son garantes del proceso de construcción de la Política Nacional en Derechos Humanos pues, a la mirada de los jóvenes de éstas organizaciones, “no han sido totalmente consecuentes con trabajar en la incidencia de los sectores de base en la política local y regional en cada uno de los departamentos de Colombia”, explica la comunicación.  

Juventudes Colombia es una plataforma nacional de organizaciones sociales que vienen trabajando en el diseño de la política pública nacional de juventud en Colombia. Sin embargo, muchas de sus aristas de trabajo no fueron compendiadas en el documento final de la mesa de Juventud del Congreso Nacional de Derechos Humanos.

Y finalizaron diciendo que “el Estado de Colombia no puede hablar de Derechos Humanos ni de Paz, cuando se siguen realizando reformas que atentan contra los derechos de la población colombiana, mientras se está aprobando un Fuero Militar y el Gobierno prácticamente está impidiendo una investigación internacional retirándose de pactos internacionales o buscando hacer salvedad de una investigación internacional. El estado Colombiano no puede hablar de DDHH y paz cuando se busca aprobar una reforma a la Ley de Educación, una reforma tributaria y el código policial, entre muchas otras que resultan ser leyes represivas”.

Delegados de organismos internacionales estuvieron presentes en el Congreso que buscaba construir participativamente la Política Nacional en Derechos Humanos.  

Para lograr que éste comunicado fuera conocido por todos en éste Congreso Nacional, la plataforma juvenil nacional se vio obligada a presionar a los funcionarios de presidencia para que fuera leída por uno de los chicos que participó de las jornadas de discusión. En definitiva, la juventud se tomó el micrófono porque en agenda estaba no dejar intervenir a nadie que no fuera funcionario del Gobierno o miembro de alguna de las organizaciones de la llamada Alianza.