domingo, 7 de julio de 2013

VISITA INTERNACIONAL AL BANCO DE ALIMENTOS DE NEIVA


La entidad tuvo la importante visita del Global Foodbanking, entidad que agremia a los organismos de éste tipo que buscan combatir el hambre en el mundo. El Banco busca el apoyo para ampliar sus instalaciones, pues “queremos llegar a mayor número de familias en la región”, agregó su director.


John Fredy Nagles Soto
Neiva

Yisela Bonilla y Fendel Díaz, campesinos de la inspección de Vegalarga de Neiva, tuvieron hoy, como otras familias, una visita que, para ellos, era inesperada. Ayer el Banco de Diocesano de Alimentos recibió la visita del Global Foodbanking Network, organismo internacional que agremia a todos los bancos y organismos de apoyo social que trabajan en reducir los altos niveles de desnutrición en las naciones del mundo con más déficit en materia de alimentación.  

Al respecto, Chistopher Rebstock, vicepresidente de Global Foodbanking Network, el organismo internacional que visitó el Banco, dijo que además de conocer la situación de los bancos de alimentos articulados a Abaco, Asociación de Bancos de Alimentos en Colombia, su visita tiene como principal objetivo reconocer aprendizajes en la relación de éstas entidades de asistencia social con las comunidades que de sus programas se benefician.

“En esencia, todos los bancos son muy parecidos. En Colombia, los bancos trabajan con organizaciones sin ánimo de lucro para entregarles beneficios, buscan recursos que les permitan conseguir alimentos para sus comunidades. Incluso sabiéndose que todos son casi lo mismo, todos son muy distintos en la manera de relacionarse con sus comunidades y la atención que hacen de ellas”, dijo Rebstock. 

Otras funciones de los bancos de alimentos

Durante ésta semana, el extranjero estuvo en la ciudad de Cúcuta, donde logró que su banco de Alimentos tiene un programa de formación con los agricultores, y comunidad beneficiada. “Allí, el banco les ofrece capacitación, los acompañan y trabajan con ellos para después ayudarles a comercializar lo que están cultivando”, explicó. En muchos de éstos organismos de asistencia social existen programas de agricultura urbana y programas de recreación y deporte para los jóvenes.

“Una tarea es encontrar esos espacios que hay entre una comunidad y otra, y la relación que hay entre estas y el Banco de Alimentos. Además, lograr comprender esos escenarios de interacción. Entonces, se deben diseñar esos programas de apoyo que permitan esa otra relación con las comunidades con las que se esté trabajando. Finalmente éste esta es la real función de los bancos”, puntualizó el vicepresidente de la Entidad.

Situación del Banco de Alimentos de Neiva

La Diócesis de Neiva cuenta con un banco que atiende semanalmente a más de 450 familias semanales, en su actual locación de 230 metros cuadrados ubicada en la carrera quinta sur. Desde hace once años, el Banco tiene influencia en la mayoría de municipios del norte del Huila. En Neiva, el Banco beneficia a comunidades de las comunas, 6, 8, 9 y 10 de Neiva, los barrios Las Palmas, Alto Panorama, Puertas del Sol, Oasis, Las Margaritas, Galindo, los cuales son unos de los más vulnerables de la Capital huilense.

En éstos momentos, el Banco, además de ayudar en ofrecerles asistencia alimentaria a las comunidades vulneradas en sus derechos, adelantan programas de salud oral, capacitación a madres gestantes y lactantes, entre otras actividades. “Hemos ayudado, no solo con alimentos, sino también con ajuares para bebes. No solo se apoya lo nutricional, sino también se apoya la parte formativa y espiritual de las familias que atiende el Banco Diocesano de Alimentos en Neiva”, relató el padre John Fredy Obando, director del Banco Diocesano de Alimentos de Neiva.
    
Hoy, el Banco va en constante crecimiento. Según el padre Obando, de 450 familias semanales que están en estos momentos asistiendo, la meta es terminar el año con más de mil familias beneficiadas. Por esta razón, otra de las dificultades que se asoma en el nuevo panorama es la aplicación de su sede logística. “Tenemos una necesidad que es prioritaria que es la consecución de una nueva bodega o terreno mucho más grande. Nosotros estamos trabajando en una bodega que nos presta la Federación de Cafeteros, pero solamente tiene 230 metros cuadrados, y nosotros estamos proyectándonos a una bodega con una capacidad de mil metros cuadrados para poder llegar a más familias”, puntualizó.

Yisela Bonilla y Fendel Díaz agradecieron el apoyo brindado por el Banco a su difícil situación, equiparable a la de muchos vulnerados en Colombia. “Muy importante para la comunidad, porque hay muchas personas como nosotros que son de escasos recursos económicos que necesitan del Banco para cuadrar su canasta familiar. Nosotros recibimos unas cositas para el bebé y un mercadito que nos sirve, pues ahora está muy difícil la situación allá en donde vivimos por la violencia”, dijo Díaz.

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