Desde hace seis años, han venido llegando empresarios mineros a
asentarse sobre las márgenes de la principal afluente de Neiva con el fin de explotarlo.
Hoy algunos de ellos cuentan con permisos especiales para hacer extracción
material. La comunidad denuncia problemas de salud al parecer producto de éstas
actividades.
John Fredy Nagles Soto
Marcos Dussán Amézquita
Júraco - Neiva
“La minería en el río Las Ceibas casi
que a espaldas de la gente fue que se permitió”. Para muchos de los habitantes
de las veredas que circunscriben las riveras de la principal afluente de la capital
del Huila las actividades de explotación en el río deberían declararse
ilegales, pues consideran que por éstas algunas de las enfermedades de la piel
y otras molestias en la salud son consecuencia, según ellos, de las minas que
trabajan aguas arriba de la bocatoma que surte de agua a la planta de
tratamiento El Jardín de las Empresas Públicas de Neiva.
Aurora Casanova, presidenta de la
Junta de Acción Comunal de la vereda Centro Norte del corregimiento Río Las
Ceibas de la ciudad de Neiva, alega que por cuenta de las actividades mineras
existentes en el río mucha de la comunidad que vive en su vereda presenta
problemas de salud. “Esas cosas que hacen allá afectan al medio ambiente. Hemos
visto que las máquinas las meten al rio y los aceites de las esas caen al río,
y por eso los brotes en la piel. Eso se aprobó sin consulta, sin que la gente pudiera
decir que sí o no”.
Dijo además que la minería sobre
Las Ceibas altera el vivir de los peces del río. “Ellos hacen socavones y
mollas, acabando con los peces del río. Esas máquinas, al levantar las piedras
y rocas del fondo, hacen que los peces se vayan, se asustan y no vuelven a
criar en esas partes. Una vez yo vi que los pescaditos quedaban brincando en la
orilla del rio. Por eso creemos que es un daño a la naturaleza, sea o no sea
legal”, resaltó Aurora.
Problemas de salud por el río
Muchas de las comunidades que
viven a orillas del río consumen el agua directamente de la afluente, como lo
hace Ángela Guauña, habitante desde hace 15 años de la vereda Centro Norte de
Neiva. Según ella, cuando hacen uno del agua del río para bañarse, ella y los
de su familia, al igual que otros vecinos de ella han tenido rasquiña en los
ojos. “A uno le arde la vista, nos rasca el cuerpo. Cuando hay eso, nos toca ir
al puesto de salud, pero eso no le recetan nada bueno; pero eso sí creemos que
sea por el agua del río”, dijo.
Lo mismo asegura Ana Milena
Cuellar, otra de las habitantes de la vereda Centro Norte, quien dice que la
trituradora de material los afecta. “Todo lo que baja en el agua, nos hace daño
a nosotros y a toda la ciudad de Neiva, porque esa mina está más arriba de la
bocatoma de las Empresas Públicas”, dijo. Explicó que, al igual que Ángela, Ana
Milena y su familia también ha sentido rasquiña en los ojos. “Nosotros como también
tomamos el agua del río, cuando nos bañamos, quedamos con una rasquiña, como un
ardor en la vista. No sé si sea por la mina de arriba o por otra cosa, pero a todos
aquí nos ha cogido una rasquiña. Entonces nos sentimos perjudicados”, puntualizó.
“Nuestra mina mitiga la suciedad del río”
Héctor William Rojas Durán es el dueño
de la planta de trituración mina La Victoria, la misma que, según la comunidad,
ha afectado su salud y la sostenibilidad ecológica del río Las Ceibas. La mina
está ubicada en la vereda Ceibas Afuera de Neiva a más de un kilómetro de la
bocatoma que surte de agua a la plata de tratamiento El Jardín de las Empresas
Públicas. Según la documentación cedida por el minero a JURACO, la Agencia Nacional de Minería, antes Ingeominas, les
suscribió el respectivo registro minero el 3 de septiembre de 2009. Luego para
el 2011, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM les otorgó la
licencia ambiental el día 27 de enero, concesionándoles 26 hectáreas para la
explotación del río.
Dentro de las 26 hectáreas concesionadas, la mina La Victoria adelantan proyectos de cultivo, enmarcados éstos en el Plan de Manejo Ambiental suscrito con la CAM. |
Según él, su mina cumple con
todos los estándares exigidos por éstas autoridades para actividades mineras en
la afluente. Aseguró además que ellos llevan tan solo un año operando la mina,
contrario a lo que asegura la comunidad según la cual “desde hace tres o cuatro
años, esa mina tritura material de playa y nos afecta”, asegura Ángela Guauña.
“Uno con solo el título minero no se puede hacer extracción hasta que no se
tenga la licencia ambiental, y para eso se presenta el Plan de Manejo
Ambiental, lo que hicimos para obtener la licencia”, contradijo William Rojas.
A través de las cuatro bandas productoras del desarenador, se conduce cada uno de los productos que salen del material que extraen del río: gravilla, arena, limo y arcilla. |
Dentro de las modificaciones
técnicas realizadas por él está la adecuación técnica, a partir de movimiento
de material propio del río, de unos huecos que se hacen con la misma pendiente
del río, los cuales en son llamados sedimentadores, explicó el Ingeniero dueño
de la mina. “Cuando crece el río, todo el material que trae, se deposita y
queda en los sedimentadores. Como tenemos un área suficientemente grande,
aproximadamente de unos 500 metros, entonces nosotros en esa área tenemos los
sedimentadores con una profundidad importante, y cuando hay crecientes y con el
ancho del río que está canalizado de forma natural, mucho del material queda
allí en un gran porcentaje. Lo que le llega entonces a la bocatoma es muy poco
en comparación al que le llegaba antes cuando no estábamos nosotros”, argumenta
William Rojas.
Para operar éste equipo, los operarios cuentan con todas mas
medidas de seguridad que demanda la autoridad minera.
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"Cuando llueve, nos toca trabajar con la retro"
Durante épocas de crecientes, el
río Las Ceibas arrastra aproximadamente 120 mil metros cúbicos de material.
“Ahora con la mina logramos filtrar aquí unos 35 mil. El resto sí continuaría
hasta la bocatoma”. Según lo establecido por el registro minero, la mina La
Victoria no puede extraer material del lecho del río a más de 1.40 metros de
profundidad. “Le estoy solicitando a la CAM, amparados en estudios de
batimetría, que nos permita aumentar la profundidad de extracción para darle
mayor capacidad de almacenamiento de material de arrastre. Si yo estoy
recogiendo con uno con 50 máximo de profundidad aproximadamente entre 23 mil a
35 mil metros cúbicos de material, de permitirme un metro más hondo, estaríamos
recuperando 45 mil metros cúbicos, los que no pasarían a la bocatoma”.
En la bocatoma, las Empresas Públicas cuentan con una retroexcavadora haciendo extracción de material arenoso, producto de las crecientes venidas de la parte alta. |
Siempre que hay crecientes, ese
material queda depositado exactamente a la entrada de la bocatoma. Argumenta William
Rojas, qué las Empresas Públicas debían
contratar una retro para descalzar la bocatoma. “De eso puede dar fe Jorge
Pacheco, subgerente técnico de EPN. En éste momento, mantienen una retro
descalzando totalmente esa zona. Nosotros con nuestro trabajo mitigamos en un
gran porcentaje porque mucho del material que viene de arriba queda atrapado
aquí en los sedimentadores que hicimos nosotros en ésta zona”, explicó el
minero.
La mina de Héctor William Rojas estas a un kilómetro de la bocatoma que surte de agua a la planta de tratamiento El Jardín. |
Miguel Ortigoza, operario de la
bocatoma que toma el agua del río Las Ceibas a la planta de tratamiento de El
Jardín, dijo que, en efecto, se viene adelantando esos trabajos de descalzar la
bocatoma. “En éstos momentos, le estamos sacando el sedimento del fondo del
río, para que entre más caudal al tanque de almacenamiento de agua. Se hace
esta actividad cuando llueve bastante; es decir, si hay mucha lluvia, la
máquina tiene que permanecer, pero como ahora ha habido buen verano, entonces
no es necesario que esté todos los días”, explicó.
“No toda la minería es dañina”
Así lo aseguró el subintendente Elber
Garzón, jefe de la Policía Ambiental y Ecológica del Huila, quien fue
consultado por JURACO sobre el caso
de las minas de material de playa que trabajan a más de un kilómetro, aguas
arriba, de la bocatoma que surte de agua a la plata de tratamiento El Jardín. “Aquí
en el sector del río Las Ceibas encontramos tres empresas con títulos mineros
que son autorizados. Uno encuentra que la manera de explotación del material
está acorde a unos estándares y que hay un estricto seguimiento al Plan de Manejo
Ambiental que suscribieron cuando se les otorgó la licencia”.
La Policía Ambiental ha hecho incautación de maquinaria en otras minas que desarrollan minería ilegal, como la mina llamada Los Cantillo, kilómetro cinco, vía Vegalarga. |
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